Sindicalismo de congreso
Entiendo que los sindicatos son una parte importante de la vida democrática. Entiendo que es necesario que existan y que, además de velar por los derechos de los trabajadores, deben ejercer un papel activo e importante dentro de la sociedad civil. Entiendo que deben ser impulsores de pensamientos y políticas de izquierdas. Lo que no entiendo es cómo se proponen hacer todo eso.
Esta semana pasada ha sido el X congreso de CC.OO. Supongo que habrá estado repleto de un debate acerca de las actuaciones más acertadas, desde el punto de vista sindical para hacer frente a la crisis. Lo supongo porque no lo sé. Lo que sé es que la dirección ha tenido a bien invitar al señor Joan Rosell, presidente de la CEOE. Tal vez esto se entienda como una obligación institucional, pero creo que tiene más recorrido. El señor Joan Rosell es un impresentable. El señor Joan Rosell ha mantenido en la directiva de la CEOE a un individuo como Arturo Fernández, que se jacta de deber dinero a la Seguridad Social, que somos todos, sin que haya existido por su parte la menor crítica al respecto. Ha insultado a los funcionarios, ha dudado del drama de los 6.000.000 parados. Ha dictado la última reforma laboral que permite a una empresa presentar un ERE sin autorización judicial alegando una disminución de sus ganancias. No pinta nada en la casa de los trabajadores, que es lo que debería ser un sindicato. La reforma laboral que se carga la negociación colectiva, quizás el principal arma de la lucha sindical. Y además, hay que consentirle que se ponga chulo cuando alguien le califica de sinvergüenza, cosa que pensamos muchos. Hay que consentírselo en nuestra casa.
Lo mismo ocurre con la más ineficaz y paródica ministra de empleo que haya tenido este país. Sin vida laboral, frivolizando con las políticas de empleo y la Virgen del Rocío, argumentando que ya se destruye menos empleo y ninguneando a los sindicatos frente a unos empresarios que, según datos de los técnicos de hacienda, defraudan a hacienda unos 90000 millones de Euros al año. Tampoco una palabra de reproche a quien decide utilizar prácticas mafiosas a la hora de pagar a sus empleados, defraudando millones de euros a todos los españoles, mientras nos indica que la única posibilidad es profundizar en sus reformas.
Tanto si lo vemos como si no, hay una crisis profunda del sindicalismo. Los trabajadores de a pie se sienten cada vez menos representados por ellos. Gestos como los del X congreso de CC.OO. no ayudan, porque no se entienden. Hemos tenido que asistir a una campaña permanente de desprestigio a las organizaciones sindicales permanente desde las filas neoliberales. Esperanza Aguirre ha sido una de sus cabezas más visibles, pero no la única. No ha habido una respuesta adecuada de los sindicatos mayoritarios. No han explicado, por ejemplo, que la mujer de Ignacio González es vocal de la Asociación de Empresarios de la Comunidad de Madrid. Esto implica que hay que sentarse a negociar con una señora para que su marido legisle en materia de políticas de empleo. Tampoco se ha dicho que la mujer de Arturo Fernández es asesora del presidente de la CAM. No se denuncian estas vinculaciones entre el poder político y el económico, que explicarían bastante bien que no es que no existan otras alternativas, es que ellos se lo guisan y ellos se lo comen. Mientras transmiten a la ciudadanía un discurso de que los sindicalistas son privilegiados y se compran relojes.
Los sindicatos deben acercarse a los trabajadores. Una buena manera sería una mayor presencia en los centros de trabajo, ahora que la gente tiene miedo de perder sus trabajos y permite prácticas abusivas en las empresas. No pueden mantener una posición tibia y buenista ante los continuos ataques que sufren los trabajadores. Personalmente, hubiera preferido que, en lugar que Rosell o Báñez, hubieran invitado a la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH), de cuya lucha podríamos aprender. Y mucho.
Apreciado bloguero, en el X Congreso de CCOO estuvo invitada una delegación de la Cumbre Social de la que también forma parte la PLATAFORMA DE AFECTADOS POR LA HIPOTECA y que encabezada por Ana Lima dirigió un saludo al congreso en nombre de todas las organizaciones.
Respecto a lo de Rosell y Báñez supongo que como tú bien dices se trata de mostrar respeto a las instituciones que representan más allá de las personas que las encabezan en un momento determinado, pero bueno, tampoco en el seno de CCOO se comparte 100% la idoneidad de invitarles con lo que está callendo, lo que hacen y lo que dicen, pero …. pensemos por un momento en los medios de comunicación que son sus altavoces y dan voz a aquellos que quieren ponernos a parir, ¿qué hacemos? ¿dejamos de convocar ruedas de prensa? ¿convocamos a unos medios sí y a otros no?. En CCOO hace tiempo que aprendimos a convivir con la diversidad y a respetar la pluralidad que, imprescindible en un estado democrático.
Afortunadamente los debates que se produjeron fueron mucho más importantes y relevantes que todo esto y espero que CCOO sea capaz de llevar adelante las conclusiones de su X Congreso, por el bien de la clase trabajadora y del propio sindicato. Ganaremos todos.
Un respetuoso saludo.
Los debates que se produjeron han pasado a un segundo plano debido a las invitaciones institucionales, que me constan no son compartidas por toda la dirección. Pero el mensaje que le llega al afiliado, o a gran parte de ellos, es que se abusa de la conciliación, cuando la CEOE y el PP han emprendido una campaña de desprestigio contra los sindicatos. Las propuestas son importantes, pero es importantes trasladarlas a los trabajadores, afiliados o no. Si los medios de comunicación son lo que son, existen maneras de utilizarlos, y hay gente preparada en el sindicato para hacerlo. En cualquier caso, se trataba de una llamada de atención acerca del abandono que siente el afiliado, y de la estrategia ‘buenista’ marcada desde la directiva.
Eso sí. Gracias por leer el post, y por tu comentario. Lo importante es debatir.
Joder!!! Pero, de qué nos extrañamos? Esto no es nuevo, sólo hay que echar un ojo a nuestro entorno laboral para observar que, desgraciadamente, lo único que les importa a algunos representantes sindicales es conservar su puesto de trabajo o, peor aún, mejorarlo.
Siempre confiaré en el papel que tienen los sindicalistas, pero desconfío, y cada vez más, de muchas personas. Y eso es al fin lo q somos. Triste pero cierto.
Dentro de los sindicatos hay gente muy válida que se enfrenta a grandes dificultades a la hora de realizar su trabajo, en ocasiones también a los reproches de sus compañeros. Existen acciones muy buenas impulsadas desde los sindicatos, como algunas de las que se realizaron con motivo de la Marcha Negra de los mineras a Madrid el pasado verano. Pero esas invitaciones separan a los sindicatos de sus representados, que son los que les dan la legitimidad y que en estos momentos se sienten atacados tanto por la patronal como por el gobierno. A día de hoy, los sindicatos deberían ejercer un papel aglutinante que promoviera un cambio efectivo de políticas. No creo que lo vayan a conseguir invitando a Rosell y a Báñez, si no más bien al contrario. Se transmite, amplificada por los medios hostiles, la imagen de privilegiados y ajenos a los trabajadores.
Cuando unos representantes, se aprovechan y no hacen lo que deben, para eso están los trabajadores pedir explicaciones y relevarlos. Siempre he pensado que si los delegados o comité no son débiles y no hacen sus funciones es porque los trabajadores no están muy comprometidos, porque si lo estuvieran se presentaría gente más comprometida.
Como siempre, un gusto leerte. Y como me dijo en Oviedo un viejo sindicalista de la huelga minera del 62, “ni esto son sindicatos, ni esto es lucha, veréis vosotros qué hacéis por el futuro”.
Muchas, gracias, Tato. Cortito y al pie 😉
“sentarse ha negociar”. Argh.
Muchas gracias por leer el post, y por dejar tu comentario.
Hay un momento para negociar, y cuando he tenido que ejercer de delegado de personal en mi empresa, lo he usado. Pero también hay un momento para dejar de hacerlo, y a veces lo difícil es reconocer cuándo ha llegado ese momento. Creo que los sindicatos ahora mismo se equivocan con su postura conciliadora. hasta donde conozco, que no tiene por qué ser mucho, los trabajadores agradecerían una postura mucho más combativa.
Tener allí a Rosell y Bañez permitió que Toxo les dijera unas cuantas cosas a la cara, además del desahogo de los delegados que les pitaron de lo lindo… No te equivoques…
En el post tan sólo pretendo recoger opiniones que son personales. Gracias a él he podido tener conversaciones a través de otras redes sociales con dos miembros de la dirección de CCOO que, aunque críticos, han tenido un trato exquisito y han aportado una visión interesante al debate. Espero que se comprenda que me reserve sus nombres. También he podido recoger la visión de bastantes trabajadores, unos afiliados y otros no, al respecto.
Estoy convencido de que todos los miembros de la dirección, no sólo de CCOO tienen ocasiones y foros adecuados para decirle lo que quieran a la cara tanto a Rosell como a Báñez, por quedarnos con esos ejemplos. Y los delegados también tienen ocasiones sobradas para expresarles su descontento. Lo que me preocupa, como afiliado y trabajador, es el mensaje que trasciende. Entiendo que las CCOO deben ser nuestra casa, y que invitar a unas personas que tratan de desprestigiar no sólo al sindicalismo si no a la generalidad de los trabajadores, se entiende como un alejamiento de unas bases que, es mi opinión, esperan una respuesta más contundente. No creo equivocarme cuando escribo que muchos trabajadores agradeceríamos una mayor cercanía. No digo que no se estén haciendo movimientos al respecto, pero sí que en ocasiones estos son equívocos. Entiendo la parte institucional, el protocolo y lo demás. Pero el ataque que se está sufriendo por parte tanto de la patronal como del gobierno justifican sobradamente un reproche hacia los que ejercen o representan ese ataque.
Comienzo el post diciendo que los sindicatos son necesarios, y me reafirmo en ello. Pero existe una crisis del sindicalismo que no debemos obviar, o perderemos definitivamente el arma que nos legitima como representantes de los trabajadores, y es su apoyo.
En cualquier caso, me alegro de que hayas leído el post, y que dejes tu opinión. Es importante.
Voy a intentar dar mi opinión sobre el árticulo. Para ello me parece importante presentarme, para saber cual es la información y experiencia que tengo. Soy afiliado, fuí delegado(comprometido) de una pyme y actualmente llevo más de 2 años en paro. El problema es conjunto, una parte del sindicato porque no es capaz de introducirse en las pequeñas y medianas empresa. Es dificil pero se necesitaría un esfuerzo mayor en introducirse en ellas imaginación y coraje. Tambien cuando se hacen delegados, a veces no son de calidad y se hace a cualquiera, y cuando son de calidad no se hace un seguimiento para ayudarlos, por lo menos al principio que necesitán formación y que alguien le de su opinion sobre como llevar a los trabajadores, a la dirección,etc. La otra parte de culpa es de los trabajadores que lamentablemente muchos son insolidarios iban a su bola, buscan el individualismo. Me acuerdo cuando empezé con mis compañeros lo que nos costó organizarnos y buscar puntos en común todos los trabajadores (con todos los que tenemos). Eso si cuando lo conseguimos y los trabajadores vieron que teníamos fuerza gracias a la union conseguimos subidas y derechos implementados al convenio. Nosotros utilizamos al sindicato como herramienta tocando toda la gente posible que nos podía ayudar dependiendo del problema.
Pienso que a más compromiso de los trabajadores, mejores delegados, comites y sindicato. Cuando los trabajadores no están comprometidos el delegado, el comité y el sindicato es débil. Cuando los trabajadores están comprometidos los delegados, comité y sindicato son fuertes a la fuerza, porque cuaquier debilidad de los delegados es intervenida por los trabajadores.
La crítica que se hace al sindicato desde la derecha (medios de comunicación pp, etc) que está calando entre muchisimos trabajadores solo puede ser contrarestada con la intruduccion de esté en la pequeña y mediana empresa con delegados de calidad y que ayuden e informe a los trabajadores, aunque se que es dificil.
Antes de nada, gracias por leer el post y por tu aportación.
Yo también he sido delegado de personal durante varios años y estoy completamente de acuerdo con lo que dices. Los trabajadores tienen una imagen negativa del sindicato fruto en gran medida de la campaña de desprestigio por parte de la derecha. Por eso reclamo mayor presencia en los puestos de trabajo.
Pero también es cierto que los trabajadores deben comprometerse. Creo que una cosa puede alimentar a la otra, y que es responsabilidad del sindicato dar un paso adelante. Seleccionemos a los delegados, pongamos fácil ser delegado de personal, ofrezcamos de manera activa los servicios del sindicato a los delegados, cuidémosles. A lo mejor así se anima más gente.
Y lo de las PYMES es una verdad como un templo. Hay que prestarles atención.
Gracias de nuevo por leer el post y por tu comentario. Espero que encuentres más posts que te interesen en el blog.